martes, 9 de diciembre de 2008

Días

Y la pasamos de maravilla, un clima quizá no espectacular, como ya todos nos habremos dado cuenta a éstas alturas, el mundo climatológico se está vengando de la humanidad, pero en Trujillo puedo decir que la pasamos más templado que en Lima y ni que hablar de la comida, estuvo simplemente exquisita.

Lo más bonito del viaje, fue ver a la enana gozando. Siempre he medido el éxito de mis viajes por los recuerdos con los que me quedo, pero quizá a partir de ahora pueda medirlos por los recuerdos que quedan en la mente de Micha, que abria sus ojos inmensamente cada vez que algo le llamaba la atención mientras descubría que fuera de la burbuja donde vivimos también hay vida y es simplemente magnífica.

La lleve a Huanchaco un par de veces, jugamos en la arena y chapoteamos en el mar.

Conoció varias amiguitas con las que compartio y jugó por un par de días, eran hijitas de la gente del hotel, quienes nos ensenaron a la enana y a mi bastantes cosas de esa ciudad tan especial para mi y que simplemente a ambos nos dejaron boquiabiertos.

El relax y el alivio del stress fueron las consignas rigentes del viaje, sobre todo de la vida limeña y sobre la metrópoli en general, que avanza tan rápido y no da tregua; totalmente en contraste con Trujillo, donde todo es calmo y se podría decir que la gente vive en con un reloj que da vueltas a una velocidad distinta. Paciencia y aire fresco, de esos que ya no quedan en Lima la gris. Aun cuando Trujillo ya está inmerso entre centros comerciales gigantescos, Ripleys, Sagas, Wongs y Metros.

La enana me ha amenazado, ya de vuelta en Lima, que tenemos que regresar de todas maneras. Caso contrario sugiere practicar en mi una suerte de torturas chinas indescriptibles (en qué momento la dejé usar internet?).

Cuando regresamos a Lima, la ciudad nos abrió los brazos como una madre furibunda que castiga a los hijos que osaron escaparse de su atenta mirada: mi hija se enfermó de los bronquios, víctima de nuestro voluble clima frío/caliente/húmedo.
Tuvo que estar en cama un par de días; pero felizmente ya está bien y de vuelta en el colegio con sus amigas, y justamente a ellas no termina de contarles las fantásticas historias que sólo pueden crecer en el cerebro de un niño, en torno a cualquier viaje.

Llegaron las actuaciones por la navidad, y se acerca la entrega de la libreta de notas. Las festividades y el verano. Llegará la época en que ella me necesitará más que nada para no aburrirse tremendamente, y en la que yo necesitaré estar con ella lo más posible, para no aburrirme del trabajo de siempre. Pero con un poco de suerte y buen humor, quizá sea tiempo de tomarnos las vacaciones largas que ella tanto quiere y se merece, y que yo de muy buen talante aceptaría.

3 comentarios:

Pammy 10 de diciembre de 2008, 11:45  

Me encanto leer sobre los dias lindos que pasaste al lado de micha (tu hija) es ese su nombre, como la llamo? Me los imaginaba a los dos jugando en la arena como mencionas. Que lindos! En las vacaciones quizas puedan volver a Lima, si no quieres exponerte a ser victima de "las tortura china" jajaja :) Algun dia viajare a Trujillo para disfrutar de esa tranquilidad que describes, me hace falta :) QUe tengas un lindo dia Alquimista!

Angel 14 de diciembre de 2008, 12:29  

quisiera viajar, que bueno que la pasaste muy bien. Lima estuvo con todo el clima cambiante.

un saludo!

Pammy 30 de diciembre de 2008, 6:50  

alquimista espero que hays pasado muy bien tu navidad, y espero que recibas este año nuevo de la mejor manera...a ver cuando posteas otra vez :)

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