lunes, 22 de diciembre de 2008

Tibia navidad

Ya se acercan las Navidades, y siento melancolia por mi hija, se supone que estas fechas hay que gozarlas y pasarlas en familia; pero como yo soy lo más cercano que tiene mi hija, no quiero que sienta que le hace falta su madre por mas que asi sea, quisiera estar todo el tiempo del mundo con ella porque yo vivo enamorado de ella y cada segundo que paso sin Micha se siente un gran vacio.

A veces el trabajo se interpone entre los dos, pero felizmente, con esta nueva experiancia de Travel One en donde soy mi propio jefe, puedo pasar más tiempo con ella y eso es lo que me hace feliz y es sin duda alguna el mejor regalo de Navidad que yo pueda tener.
Hablando de regalos de Navidad, no sé que le voy a comprar a la enana, pero de todas maneras le voy a comprar algunos regalos, unos cuantos de su lista a Papá Noel y otros sorpresa, probablemente con marcada influencia de su padre, como algunos cds y libritos.

Tambien estoy pensando llevarla a comienzos del proximo año a Orlando, para llevarla a Disney, creo que ya está en edad de gozarlo y yo ya estoy en capacidad economica de hacerlo.
En fin, feliz navidad a todos!

martes, 9 de diciembre de 2008

Días

Y la pasamos de maravilla, un clima quizá no espectacular, como ya todos nos habremos dado cuenta a éstas alturas, el mundo climatológico se está vengando de la humanidad, pero en Trujillo puedo decir que la pasamos más templado que en Lima y ni que hablar de la comida, estuvo simplemente exquisita.

Lo más bonito del viaje, fue ver a la enana gozando. Siempre he medido el éxito de mis viajes por los recuerdos con los que me quedo, pero quizá a partir de ahora pueda medirlos por los recuerdos que quedan en la mente de Micha, que abria sus ojos inmensamente cada vez que algo le llamaba la atención mientras descubría que fuera de la burbuja donde vivimos también hay vida y es simplemente magnífica.

La lleve a Huanchaco un par de veces, jugamos en la arena y chapoteamos en el mar.

Conoció varias amiguitas con las que compartio y jugó por un par de días, eran hijitas de la gente del hotel, quienes nos ensenaron a la enana y a mi bastantes cosas de esa ciudad tan especial para mi y que simplemente a ambos nos dejaron boquiabiertos.

El relax y el alivio del stress fueron las consignas rigentes del viaje, sobre todo de la vida limeña y sobre la metrópoli en general, que avanza tan rápido y no da tregua; totalmente en contraste con Trujillo, donde todo es calmo y se podría decir que la gente vive en con un reloj que da vueltas a una velocidad distinta. Paciencia y aire fresco, de esos que ya no quedan en Lima la gris. Aun cuando Trujillo ya está inmerso entre centros comerciales gigantescos, Ripleys, Sagas, Wongs y Metros.

La enana me ha amenazado, ya de vuelta en Lima, que tenemos que regresar de todas maneras. Caso contrario sugiere practicar en mi una suerte de torturas chinas indescriptibles (en qué momento la dejé usar internet?).

Cuando regresamos a Lima, la ciudad nos abrió los brazos como una madre furibunda que castiga a los hijos que osaron escaparse de su atenta mirada: mi hija se enfermó de los bronquios, víctima de nuestro voluble clima frío/caliente/húmedo.
Tuvo que estar en cama un par de días; pero felizmente ya está bien y de vuelta en el colegio con sus amigas, y justamente a ellas no termina de contarles las fantásticas historias que sólo pueden crecer en el cerebro de un niño, en torno a cualquier viaje.

Llegaron las actuaciones por la navidad, y se acerca la entrega de la libreta de notas. Las festividades y el verano. Llegará la época en que ella me necesitará más que nada para no aburrirse tremendamente, y en la que yo necesitaré estar con ella lo más posible, para no aburrirme del trabajo de siempre. Pero con un poco de suerte y buen humor, quizá sea tiempo de tomarnos las vacaciones largas que ella tanto quiere y se merece, y que yo de muy buen talante aceptaría.

martes, 11 de noviembre de 2008

Pataditas

Entonces disfrazamos a papá e hija como personajes de la Naranja Mecánica. Creo que la mitad de las mamis que nos vieron no entendieron de qué ibamos. Aunque algunos papás que salieron con caras de aburridos a repartir dulces a las hordas de niños (la gran mayoría conchudamente sin disfraz y armados con una calabaza de plástico gritando "Halloweeeen") sí se llevaron la mano a la cabeza y exclamaron un "Qué buena!" mientras rellenaban la calabaza tanto de papá como de hija. He de decir que fue un éxito rotundo que casi me lleva al coma por la ingesta de azúcar, y que tuvo zumbándole las orejas a mi enana por la misma razón. Eran las 3 de la mañana y no quería ir a dormir! Jajajaja.



Se viene el fin de semana de la Apec, y he decidido que voy a llevarme a Micha a Trujillo. Estamos armando ya presupuestos, itinerarios y todo lo demás.
Felizmente las cosas van bien en casa, económicamente hablando y ya puedo decir que ando pensando un poco en liberarme de mi trabajo de día, y con ésto no quiero decir que por las noches me dedico a salvar Ciudad Gótika, sino que las cosas van bastante bien en relación a mi negocio paralelo, así que quizá a fin de año pueda dedicarme por completo a eso y olvidarme de tener un jefe y varios clientes y ejecutivos pedilones y engreidos. Que no me quejo, paga el pan, pero si logro independizarme totalmente seré muy feliz.

Las primeras pataditas que Michaela dió, las dió en Huanchaco. Nos encontrábamos veraneando y fue todo un trauma el simple hecho de convencer a los papás de mi esposa que podríamos viajar a la playa estando ella embarazada, tras todas las aprobaciones médicas del caso, pasamos uno de los mejores veranos de mi vida. Será fantástico para mi volver a pisar esa arena, con la pataleadora de la mano, y enseñarle todo lo que su madre vió cuando ella era todavía una criatura. Me encanta la idea de que Micha pueda descubrir poco a poco a su madre como el ser mágico que fue, y que jamás olvide que es nuestro ángel de la guarda. Entiendo que para una niña es difícil su situación, y yo jamás he buscado una "sustituta" para ella. Quizá porque jamás lo sentí correcto para ella, quizá también porque yo no me he sentido preparado hasta el día de hoy. Pero dejaré que el futuro hable por sí mismo, no puedo pecar de Nostradamus.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Halloween

Es increible lo que se puede hacer con una dulce película, con una buena edición y algo de soundtrack, no? Para muestra:



Mary Poppins del mal!
Excelente tema para Halloween.

Para los que se quedaron con la duda sobre los disfraces míos y de Michaela, ya les dejaré algunas fotos más adelante para que no se pierdan de los detalles. Mientras tanto, fuimos a recorrer las calles y arrasar con los dulces!
Watch out Willy Wonka! Creo que te asaltamos!

(Por si las moscas, compré tres bolsas de dulces para ir rellenando la calabaza de Michaela y la bolsa de dulces, así por acto de magia, cualquier dadivosa contribución con mi enana se vió mágicamente multiplicada). Trucos para padres pues.

lunes, 27 de octubre de 2008

Jabolin, el día de la canción criolla y The Rocky Horror Picture Show

Michaela anda ya como luciérnaga loca pululando por todos lados en busca del disfraz de Halloween perfecto. El padre, anda como gorgojo tratando de desenterrar por algún lado algún pedazo de trapo que pueda usar de sombrero pirata. Quizá finalmente sucumba a la moda y me ponga una cola de rata intentando pasar graciosamente por Rómulo León o Quimper, aunque debo decir que el rostro de Lucianita en la tele me haría sentir medio basura si parodiase a su padre de esa forma, padres son padres... y si algún día el basura que no quisiera ser le pidiese algo a mi encumbrada hija, y ella se viese envuelta en una turba de porquería creada por mi, espero que jamás pierda su dignidad. En fin.

Éste año espero Halloween con más entuasiasmo que en años pasados. Para mi, la eterna batalla entre el día de la canción criolla y la festividad gringa ha sido completa y absolutamente ganada sin derramar sangre por la segunda, porque simplemente, mi enana gana. Y es que las noches de peña, las cervecitas y los valses son ya canciones del otrora para mi, que anhelo con mayor ahinco poder salir con la chaparra y traerla a casa repleta de golosinas, y con una sonrisota de oreja a oreja pintada en la cara.

Cómo me encantaría disfrazarla de hada o de princesa! Porque para mi y a mis ojos, es lo que es, pero ella es mucho más original que su pobre viejo, y hace los intentos más salvajes por conseguir un disfraz único, y contrario a lo que cualquier spiderman, batman, pirata o gitano de menos de metro cuarenta piense, ella está decidida a que su disfraz ese día, sí de miedo. Y no estamos hablando de una sábana con huecos, no señores. Estamos hablando de toda una producción con una investigación sesuda de su parte. Sabe Dios la logística que me tomará eso. Por mi parte, y gracias a los andares cibernáuticos en los que me he enfrascado en las últimas horas, gracias a La Habitación de Henry Spencer, encontré una invitación más que oportuna a un screening de The Rocky Horror Picture Show en el cinematógrafo del Barranco, a partir de las 8:30 pm.

Claro, a Michaela no podría llevarla todavía a disfrutar de algo que probablemente no llegue a comprender en su magnitud, tratándose de una pela de culto como lo es, pero creo que podríamos aprovechar el sunset para vagar espeluznántemente vestidos por las calles de Lima, y terminar en casa de su amiga, que organiza una pijamada con películas de terror, sesión de cuentos y demás actividades de medianoche de terror. Cosa que para mi, cae a pelo, porque así quizá pueda asistir a ésta función y darme el gusto de revivir un clásico.

Lo bueno de éste mes es que me ha permitido aumentar mis créditos personales. En relación a la última ecatombe financiera que aun estamos viviendo, he salido bien parado gracias a un negocio aparte que me ha pagado en dólares. Cosa que es fenomenal, porque el dólare sigue subiendo, y así también, el precio de los disfraces. Más adelante les contaré sobre el disfraz planeado, porque de alguna manera tengo que atesorar éste momento, y qué mejor forma de hacerlo que con el blog?

Quizá algún día la enana sea famosa, y vea en éstos mediocres escritos un atisbo de su infancia, y los recopile, empaste y publique como "las memorias de mi viejo", y por ahí pueda lograr algo más que simplemente darle una buena vida, darle un buen pasado.

martes, 14 de octubre de 2008

Deseos

Sé que es prematuro estar pidiendo deseos antes de navidad, pero aquí una pequeña lista de algunos, ojalá inmediatos.

(Debo añadir que cada fin de semana, me siento con Michaela a comer y hacemos un repaso de la lista de sus deseos, nunca he asistido a una escuela para padres, pero siempre me ha parecido que hacer una lista de lo que uno desea es una forma clara de tener los objetivos claros).

1.- Deseo poder darle a mi hija y a sus hermosos bucles todo lo que pueda desear, cumpliendo con cada una de los bullets de su lista rosada. Hoy por hoy, me encantaría seguir sabiendo que la puedo hacer feliz con una pizza sin aceitunas verdes y un buen chiste.

2.- Me encantaría poder tener alguna clase de influencia sobre el mercado y el tipo de cambio, sobre la inflación, la inflamación, la analgesia y demás fenómenos de hinchazón que acaben con los problemas económicos y todas y cada una de las burbujas que han hecho que mi AFP se vaya al demonio.

3.- Paz mundial? Jaja, nunca tanto, pero sí me encantará que las elecciones en Estados Unidos cierren el tema de Estados Unidos y sus benditas guerras.

4.- Salud. Sí, quién no la necesita? Quizá adiós cigarrillos, limitar la cerveza a acompañar alguna comida o tarde adormecida, apreciar mejores vinos.

5.- Dinero. No necesita más explicación. No compra la felicidad, pero te abre la puerta. Te permite explorar alternativas, te da alas. Lo que hagas con él puede ser bueno o malo, supongo que la experiencia de no tener tanto, me ayuda a apreciar la idea completamente contemplativa de tener más.

6.- Negocio propio. Un pequeño sueño que he ido manejando desde hace un tiempo, y que me encantaría terminar de manejar. Creo que sería fantástico poder trabajar en casa.

7.- Crecer. Y rejuvencer. Quisiera ser un viejo en el cuerpo de un niño, para así poder subir a la cama elástica con mi enana y morirme de risa, y dejar de ser el grandote con la cámara de video que luego le muestra a todos sus amigos como su hija rebota y rebota, jaja... todavía me río.

Creo que con 7 vamos bien, no? Tampoco vamos a hacer un top10, es mejor tener lo que uno necesita, que lo que uno cree necesitar.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Niños grandes

Será que Michaela tiene un papá muy niño, o que yo tengo una niña muy vieja, pero cuando ésta mañana vimos el comercial de Los Choppets, ambos soltamos un "uhhh..." cuando leímos el "sólo para adultos".

Es que la enana es mi secuaz! Es mi Chompiraz! Es la sonrisa de mi risa (y viceversa!) y no existe nada más rico en el mundo que aprovechar uno de sus ataques de risa (esa risa burbujeante y atarantadora) para saltarle encima y hacerla estallar en carjacadas con un terrible ataque de cosquillas.

Yo creo que igual hacemos el intento y vamos juntos, porque la enana se ríe de todo, y si yo me río con ella viendo Los Padrinos Mágicos, pues ella se puede reir con los Choppets, no?

Nos vemos allá!

viernes, 26 de septiembre de 2008

Irreductible

Recuerdo la primera vez que vi ésta película. Fue en Montevideo allá por el año 95 aproximadamente. Fue un viaje liberador y loco, financiado por los sueños y los tres mil cachueleos y préstamos que nos permitimos la que fue mi esposa y yo. En ese entonces todavía estábamos llenos de sueños, nos comíamos la vida a manos llenas, y de vez en cuando nos permitíamos enviciarnos con una cucharadita de una u otra cosa prohibida.

Sonaría a abuelo si dijera que lo recuerdo como si fuera ayer, pero tampoco pecaría de mentiroso si lo dijera. Debo más bien decir, que la recuerdo hoy, como si fuese ésta mañana la mañana en la que aspiré el aroma de sus castaños bucles por primera vez a las 10 de la mañana, todavía en cama. En parte, porque cada mañana, veo todavía la misma cabellera, los mismos bucles, y aspiro el mismo aroma en Michaela. Y hay días en los que abro los ojos, y los cierro con vehemencia, tratando de no despertar, tratando de despegar hacia el pasado con furia... hasta sentir que se revuelve y atacar a la enana con cosquillas. Finalmente los abro, y agradezco a Dios que no se parezca tanto a mi.

Me ha gustado la idea de poder compartir en cada post, un video o una imagen con ustedes. Me ha gustado la idea de recordar de ésta forma y registrar mis recuerdos, de poder viajar lamentable y lentamente al pasado por unos minutos, imaginando que el teclado de la computadora suena al "chack, chack" de las antiguas máquinas de escribir que tanta, tanta emoción y ambience le imprimen a las palabras y pensamientos.

No recuerdo al papel, ni a la tinta fresca, y el sonido anestesiado de las teclas de la computadora genera un vacío tan grande en cualquier párrafo, casi irremediable. Necesitaría quizá una máquina de escribir, o pergamino y pluma, cera al final para termina de escribir y describirla a ella. Pero me estoy separando de la idea general. Y me lo permito, porque quizá una de las licencias que más me ha gustado siempre, es la de la idea de poder escribir a borbotones inconclusamente sin saber a qué punto llegar, sorprendiéndome línea a línea sobre el contenido de las mismas, haciendo un psicoanálisis barato tras leerme a mi mismo, dejando que los dedos fluyan descuidadamente, confiando en un gramática regular y en una ortografía nunca producto de la escuela, mas de los libros que siempre dejé tirados debajo de la mesa de noche.

Y ella me recuerda tanto a ella. Y ella es casi ella, con un poco de mi. Y yo soy tanto ella con un poco de ella. Y es tan confuso y armonioso como mirar al pasado con nostalgia, y mirar al futuro con pasión, simultáneamente, cuando miro los ojos hermosos de mi hija. Cuando la veo a ella, a mi y a ella. Cuando nos veo a los tres, en dos. Como un libro de Benedetti en el botiquín del baño.

Finalmente, a lo que iba. A dejar un pedazo más de memoria, a dejarles un fragmento que sí huele a tinta, a papel, a cera, a velas, a noches, besos y vino amargo. A dejarles un pedazo que todavía me emociona, que todavía vive cargado de recuerdos, un fragmento que en casa no puedo ver todavía, porque Michaela es la dueña del control remoto y la ama y señora de los dvds. Los dejo pues, con éste fragmento de "El lado oscuro del corazón".

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Meddle

Falleció hace unos días Rick Wright, tecladista de Pink Floyd.
Poco es decir que Floyd es uno de mis grupos favoritos, un grupo con el que he podido contar siempre para animar o deprimir momentos en mi vida, y sin duda, he podido hilvanar hitos en mi vida, tomándolos como un gran referente y un desayuno, un almuerzo o quizá más cenas de pan y vino o cerveza, de tantas, tantas fechas de mi calendario.

Los primeros discos de vinilo que compré jamás (y en algunos casos heredé), fueron de Floyd.
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Y yo sé, de primera mano que la trascendencia de la muerte de alguien tan lejano (y quizá, sólo quizá, al mismo tiempo cercano) no debería afectarnos de forma activa... pero sé que el espíritu juguetón, melódico y armonioso de éstas personas quizá viva por siempre en mi memoria, y asociados a ellos, en la memoria de mi, que tenga Michaela.

Cantar con mi enana, en la mesa, escuchando el LP Meddle de Floyd (el cual fue grabado en su gira Atom Heart Mother) girar en el equipo viejo "préstamo" del abuelo, particularmente Seamus mientras abrimos la caja de pizza del martes por la noche, yo sentado tocando la guitarra de aire y una armónica hecha de un sandwich de dedos, cara a cara, nariz con nariz con Michaela, que a su vez aulla y ladra emulando a Seamus... cosas como esas, sólo se las puedo agradecer a ellos.

Que en paz descanses Rick, quizá nunca te haya visto, ni te vuelva a ver, pero siempre, siempre estarás en el oido, en la risa de mi pequeña loca, en las noches de discos viejos y polvorientos, en las canciones favoritas de mi esposa. Seguro ya corrió a las puertas de donde sea que estés a pedirte un autógrafo, y a contarte entre carcajadas que ella se enamoró con "I wish you were here". No dejes de decirle, que yo también desearía que ella estuviese aquí.

Dejo a Seamus con ustedes, quizá sientan ganas de armar un sandwich de dedos a modo de armónica, quizá quieran tomar prestada mi guitarra de aire, o aullar y ladrar a capella. Lo dejo a discreción de cada uno:


lunes, 8 de septiembre de 2008

Cuando abres los ojos tras cruzar la pista

Se me ocurrió alguna vez que sería publicista.
"Venderás mierda?" me preguntó mi padre. La respuesta, poco categórica, lo dejó muy poco convencido. La primera vez que intenté venderle a alguien una idea, fue a él, y no logré ni asomar en sus ojos una sonrisa de alegría por mi. Hundió su mirada en mi alma como si fuese un clavadista olímpico que se hunde deprimido un mar de lágrimas, pensando quizá sin compartir que lamentaba tanto mi decisión como quien lamenta un hijo drogadicto, totalmente descarriado.

El tiempo lo ha sabido contradecir, y al mismo tiempo, reafirmar. Yo (ya) no soy nadie para juzgarlo, tengo de padre lo que él me ha transmitido a mi, y de hijo toda una vida, y aun su pesimismo siempre fue matizado con sonrisas y acciones positivas, por ofrecimientos de ayuda y actos desinteresados de solidaridad (jamás pedida) aceptada con buena voluntad. Una hipocresía voluntaria, desaprobación entusiasta pletórica de amistad juguetona. Así fue él, y lo sigue siendo.

Quizá cambió su postura frente a mi y a mi carrera el día que nació Michaela, y falleció su mamá. El día que el mundo me quitó lo más preciado y me regaló un botón de rosa. El día que sentí que no debía vivir más y que tan sólo una manito me sostuvo evitando mi caida al más profundo abismo. Por mucho tiempo, mi enana ha sido mi razón de vivir, antes de ella, quizá el motor de mi vida fue contradecir los malos augurios de mi padre.

Quizá todas éstas cosas, además de nuestro amoroso clima invernal (amoroso, pues abraza a todos con estoica democracia e igualdad) me traigan a la cabeza la melancólica y al mismo tiempo esperanzadora y bella canción de Tom Waits: You can never hold back spring.
No puedes detener la primavera.



La lluvia sucia de lima empaña las ventanas del departamento. A veces veo el aliento cálido desprenderse de la boca de mi pequeña hija cuando se asoma por la ventana para despedirse de mi, y aún envuelto en ropaje de alpinista, aún congelado hasta los huesos y con el alma empapada por la vida, aún así, veo en su rostro la floreciente luz del sol. Y yo estiro mis brazos como grandes ramas hacia ella, como si fuese el sol, y siento que mis pies se convierten en profundas raíces. Michaela, siempre te daré sombra, siempre estaré en flor por ti.

Podría contar con los dedos las experiencias que me cambiaron la vida, y quizá la necesidad de hacerlo me haya impulsado a abrir ésta bitácora. Quizá lo haga, quizá sea bueno. Quizá sea necesario compartir algunas cosas. Por el momento, comparto ésta canción, y espero que a todos nos espere una buena primavera. La mía, sé que será espectacular.

lunes, 1 de septiembre de 2008

El agujero en la media

Me despertó saltando encima mío, como si apoderarse de la frazada no hubiese sido suficiente, dejándome vulnerable al frío matinal que se cuela por la ventana que jamás puede estar cerrada.

Me abraza y me grita dulcemente que me apure o no llegaré jamás a dejarla en el colegio.
Ducha, desayuno, alistar la mochila y firmar el diario, alistar la mía y revisar si tengo todo, apurar el café amargo y frío que nos olvidamos de calentar y dejar el bowl de cereales con ya consistencia dudosa en el fregadero. Cargar con la emperatriz del hogar hasta el carro y partir echando humo por no tener tiempo para calentar los motores.

Mañanas de lunes. Serían absolutamente detestables si no empezaran con ese grito dulce, esa forma enamorada de estrangularme entre sus dos bracitos mientras bosteza en mi oido. Con esos ojillos de grillo saltarín que pasean irregularmente de mi rostro a la puerta del baño, como quien anuncia la frenética carrera hasta los cepillos de dientes.

A veces pienso que sería delicioso poder costear de una maldita vez la bendita movilidad que la llevaría al colegio, y aun así, pienso que no existe nada más delicioso que verla decirme adiós con las manos, pensando en que pronto, quizá más pronto de lo que sueño, tendrá verguenza de abrazarme y darme un beso delante de sus amigas.

Más café amargo, a trabajar. Pronto será hora de salir sigilosamente y arrastrarme en las sombras hasta la puerta del colegio para poder llevarla a casa, engancharla a sus tareas y retornar al trabajo, rezando que la señora Norma no llegue tarde esta vez, y no se incendie nada en casa.

Y pensar que hace unos días me pidió un perro.

Recomendado de la semana

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